La palabra italiana attraversiamo se traduce al español como «cruzamos» o «cruzamos adelante». Es una expresión que alude al acto de cruzar o atravesar algo, ya sea en forma real o como metáfora.
En el cruce de caminos, donde la vida nos ofrece elecciones trascendentales. Como una invitación.
La imagen de un paso de peatones, es perfecta… se convierte en el escenario simbólico de nuestras decisiones cotidianas.
Cada línea del paso es un capítulo de nuestra historia, y al poner un pie sobre ese blanco marcado, nos sumergimos en la travesía de la existencia. Puede ser un paso pequeño, aparentemente mundano, pero contiene el poder de transformar nuestra trayectoria.
PIensa en un semáforo: el rojo nos recuerda la pausa necesaria antes de cruzar. Así es la vida, llena de momentos que exigen reflexión, una breve paleta de colores que define nuestras experiencias. La espera no es solo una medida de seguridad; es una oportunidad para contemplar el viaje que nos aguarda al otro lado.
Al cruzar, nos sumergimos en el blanco nítido del paso de cebra, un lienzo en blanco que representa la renovación y las posibilidades infinitas. Cada zancada es una declaración de valentía, un compromiso con el cambio. Las líneas desaparecen bajo nuestros pies, pero su influencia perdura, marcando nuestro recorrido de una manera única.
No es solo una palabra
Es un mantra que nos impulsa a avanzar, a abrazar las encrucijadas con determinación. Este cruce, aparentemente simple, es un microcosmos de nuestra odisea personal. Los destinos que elegimos están entrelazados con cada paso, y el viaje se convierte en la joya de nuestra narrativa.
Más allá de su significado literal de cruzar la calle o una plaza, la palabra adquiere un significado simbólico, representando la idea de avanzar, superar obstáculos y embarcarse en nuevas etapas de la vida con valentía y determinación.
La próxima vez que te encuentres ante un paso de peatones, recuerda que estás en el umbral de posibilidades inexploradas. Attraversiamo no es solo un acto físico; es un recordatorio de que cada decisión, por pequeña que sea, configura el relato de nuestra vida. Entonces, con paso firme, cruzamos hacia el lienzo en blanco del mañana, listos para escribir el próximo capítulo de nuestra historia.
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